Cuando hablamos de la “la empresa familiar” me viene a la cabeza esa empresa de toda la vida, en ocasiones “rural”, en otras llenas de tradición y expertis, con un #alma mater / pater como motor del negocio… y otras muchas cuestiones que se nos podrían ocurrir.
Pero todas tienen un denominador común; “la familia” que en mayor o menor medida forma parte de la organización.
De forma gráfica estas podrías ser las ventajas / desventajas de este tipo de empresas:
Planificar el traspaso con tiempo suficiente, y una etapa de dirección compartida son algunas de las claves de éxito para asegurar la sostenibilidad (supervivencia) de una empresa después de ceder las riendas a los futuros herederos.
En otro orden, puede darse el caso de querer o necesitar vender la empresa para lo cual existen protocolos de transmisión como el que os enlazamos.
Pero este no es el caso sobre el que queremos reflexionar hoy; el protocolo sucesión empresa familiar
Antes de describir la esencia del citado protocolo, reflexionemos sobre algunos datos que nos situarán mejor sobre la propia problemática a la que se enfrentan este tipo de organizaciones.
De cada 100 empresas familiares, sólo 30 llegan a manos de la segunda generación y apenas cinco son gestionadas por los nietos, según la mayoría de los estudios llevados a cabo en España. Como ejemplo, el apellido alemán Merckle, ligado a la industria farmacéutica, que, tras cuatro exitosas generaciones de empresarios, finalmente acabó en un conflicto familiar, cuya principal pérdida fue el suicidio del patriarca, agobiado por las deudas y en el traspaso al laboratorio de genéricos Ratiopharm, su medicamento estrella, al gigante israelí Teva.
Según un informe de la consultora Pricewaterhouse Coopers (PwC) titulado La empresa familiar en España, el 51% de las empresas encuestadas para la elaboración del documento no cuentan con un protocolo familiar que establezca las relaciones entre los parientes y la empresa, o regule situaciones tan críticas como la sucesión, aunque cerca del 71% reconoce que tiene en mente estudiar el traspaso generacional.
Quizás esto último sea uno de los mayores errores; la demora innecesaria en el proceso de sucesión o no dedicarle el tiempo necesario a este relevante paso puede ocasionar consecuencias irreparables en el devenir de una compañía, por muy exitosa que haya sido su trayectoria hasta entonces.
Por otro lado, en este mismo informe se señala que el 40% ni siquiera cuenta con pactos entre los accionistas para resolver las dudas que puedan surgir en este aspecto.
El sucesor no debe ser elegido en exclusiva por quien deja el cargo, sino que ha de ser una decisión consensuada por todos y que además se tenga total certeza de que el elegido quiera asumir esa responsabilidad ya que, en algunas ocasiones, el heredero acepta el reto guiado por una lealtad familiar cuando, en realidad, su destino laboral se encuentra lejos de esa compañía o, incluso, de ese sector.
Así pues resulta fundamental abordar la senda de la sucesión de forma ordenada y planificada en el tiempo.
“El camino de la sucesión”
La redacción de un protocolo familiar facilita el traspaso generacional en el seno de una compañía. Este documento jurídico regula las relaciones en diferentes aspectos, también en el de la sucesión.
La continuidad generacional tiene que ser parte de un proceso natural, por lo que todos los miembros deben sentarse con un equipo de abogados para redactar esta propuesta. Normalmente, se desarrollan entrevistas individuales y grupales para ver los puntos de vista de cada uno de los miembros, tanto respecto a la gestión actual de la compañía como en el futuro, cuando se produzca el traspaso. Se trata, por tanto, de la culminación de una serie de reuniones en las que se hablará de temas empresariales, económicos y jurídicos, pero también habrá que aprender a aguantar el peso emocional que implica toda esta operación.
“El protocolo familiar es un documento que regula las relaciones entre empresa y familia”
El contenido básico del protocolo debería cubrir diferentes aspectos. Los más destacados son información sobre la familia, historia de la compañía, valores y visión, condiciones de incorporación a la sociedad, normas de remuneración y propiedad, órganos de gobierno, y conducta empresarial y social.
“¿Resistencia a la
Sucesión? o ¿Miedo a
perder el control?”
A modo de resumen, algunos de los aspectos primordiales que debe contener un Protocolo Familiar respecto a temas relacionados con la sucesión son:
- La conformación del Consejo Familiar, del Consejo de Administración y del esquema de gobierno corporativo.
- El plan de sucesión y las políticas para la incorporación de familiares a la compañía.
- Las expectativas sobre la propiedad.
- El tratamiento para la resolución de conflictos familiares.
- La compensación y evaluación del desempeño de los empleados familiares.
- La inclusión o no de familiares políticos dentro de la operación y dirección de la empresa.
Finalmente os facilitamos algunos recursos relacionados: